viernes, 11 de mayo de 2012

Napolitano y el chapo: Entre patriotas y patrioteros.


Que revuelo ocasiono hace algunos días la supuesta mala traducción que se hizo al comentario de la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, sobre el chapo Guzmán a quien se supone compara con Osama Bin Laden, y asegurar que acabaría como este ultimo.


Pero ¿Qué pensaría usted amable lector si un día por la mañana se levanta con la noticia de que un comando estadounidense capturo o mato al chapo Guzmán en territorio nacional? ¿Aclamaría por el respeto a la patria? ¿O sonreiría por la captura o muerte de un asesino buscado por varios países?
Sin lugar a dudas la opinión publica se dividiría en manifestaciones encontradas, unos a favor y otros en contra, habría quien emulara la frase de Benito Juárez “Tanto en los hombres como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” y exigirían que nuestro gobierno eleve una protesta hasta las ultimas consecuencias ¿y si el gobierno hubiese estado de acuerdo en esa operación? ¿se pediría la renuncia del presidente y su pronto juicio por traición a la patria?
Aunque a mi memoria llegan recuerdos de como gente de izquierda supone que el presidente es omnipotente y que por su sola envestidura es capaz de tomar decisiones sin consultar con los diputados o senadores o con quien tenga que consultar algunas decisiones de seguridad nacional, de como esa misma gente lo ha acusado de no actuar contra el lavado de dinero, de como se le acusa del problema del narcotráfico, del problema económico, etc. como si el presidente pudiera actuar como un dictador que no necesita el permiso de nadie para llevar a cabo tal o cual acción.

EL CHAPO ¿BOTÍN ELECTORAL?

Yo soy de la idea de que el chapo se convirtió desde hace algunos años en un botín electoral muy jugoso, que el gobierno ha estado esperando el año electoral para proceder a su captura y así hacerse de votos, lo cual me resulta bastante aberrante, ya que podemos decir que el gobierno lucra con vidas inocentes para lograr sus fines personales y no nacionales, pero ¿Quién elevo al chapo a botín electoral? Sin lugar a dudas fue la izquierda quien en su odio visceral contra quien les gano la contienda presidencial del 2006 convirtió al chapo en protegido y cómplice del gobierno federal. Si el chapo estuviera en la cárcel y la Barbie libre ¿seria la Barbie cómplice del gobierno?
Y solo nosotros, los ciudadanos de a pie, seremos quienes podemos sufrir las consecuencias políticas, sociales y económicas si el día de mañana un comando estadounidense captura o mata al chapo Guzmán.

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