Esos fanáticos.

Esos fanáticos, los ves por TV, son noticia y les gusta serlo, intolerantes ante otro tipo de ideología, violentos ante quienes se oponen a sus deseos, siguen con una fe ciega a su líder a pesar de tener conocimiento que violentan leyes, imposible dialogar con ellos ya que son incapaces de entablar un intercambio de opiniones sin que de su parte no surja la violencia verbal.

Son capaces de lo peor, lo mismo critican a una maestra que llegan al extremo de desconocer autoridades, a pesar de ser una minoría han llegado a ocasionar serias discusiones sociales y políticas sobre su existencia y acciones.

Algunos medios como “LA JORNADA” excusan su agresividad en la “espiral de la violencia que ha tenido lugar en la presente administración”; su doctrina ideológica ha sido criticada en infinidad de ocasiones, inclusive un arzobispo ya los llamo “ignorantes y fanáticos”, el mismo arzobispo critico duramente a su líder ideológico.

Como todo grupo mesiánico, viven con la idea de alejarse del resto, con el deseo de distinguirse y alejarse de toda “inmoralidad” de un mundo global, viven con intensidad pugnas internas en donde por lo regular algún grupo sale expulsado por ir contra las decisiones de su líder ideológico.

De su líder se sabe que es caprichoso, intolerante, violento, iracundo e incongruente, no soporta que nadie lo contradiga y quien se atreve a hacerlo es expulsado del grupo, el pueblo es quien lo mantiene económicamente ya que desde hace varios años no trabaja, cuentan con un numeroso grupo de personas que van puerta tras puerta haciendo labores de convencimiento a favor de su ideología, invitando a otros a unírseles.

Esos son los fanáticos que desde hace varias semanas han tenido a las autoridades estatales de Michoacán de cabeza, son los mismos que su líder los incito a destruir escuelas en la tristemente famosa “Nueva Jerusalén”.